EL CONSUMISMO Y LA ECOLOGÍA: Un desgaste continuo de nuestro planeta
Consumo es una palabra que deriva del latín: cosumere y cuyo significado es gastar o destruir. Es decir, cualquier cosa que lleguemos a consumir con el tiempo pasará a ser un desecho más, un objeto que no sirve y que pronto será destinado al resto de los otros objetos. La destrucción ambiental es resultado de nuestro consumo excesivo y destructivo.
Consumo es una palabra que deriva del latín: cosumere y cuyo significado es gastar o destruir. Es decir, cualquier cosa que lleguemos a consumir con el tiempo pasará a ser un desecho más, un objeto que no sirve y que pronto será destinado al resto de los otros objetos. La destrucción ambiental es resultado de nuestro consumo excesivo y destructivo.
Dentro de
nuestra sociedad de consumo, nos convertimos en el blanco del bombardeo
constante de la publicidad; poco a poco, somos víctimas y victimarios del
constante deseo de comprar y comprar, de tener y tener y caer en el círculo
vicioso de ‘quien tiene más, es más’. Pronto, perdemos de vista a aquello
deteriorado en nuestra búsqueda por lo que definimos como una vida más ‘feliz y
plena’ basada en lo que poseemos, sin importar como llegamos a ello.
Las
consecuencias son catastróficas: nuestro planeta se ve afectado y muchas veces
no somos conscientes de ello y lo peor de todo es que al ver el constante daño
que le hacemos decidimos hacernos ‘de la vista gorda’ y continuamos con
nuestras labores, tratando de eludir la realidad que nos involucra y vivir como
siempre: inmersos sólo en el pequeño entorno que nos rodea sin tomar en cuenta
lo que pasa al otro lado del globo.
Esta
condición del ser humano de preocuparse sólo por su propio bien y de aquellos
más cercanos es lo que nos ha llevado paulatinamente a la destrucción; pronto,
comenzaremos a ver los grandes daños que, con mucho esfuerzo y dedicación, le
hemos hecho a nuestra madre tierra, daños desmesurados y que una minoría se
encarga de apaciguar pero desafortunadamente, unos cuantos no pueden contra las
grandes masas.
Tratemos de
pensar sobre esto y, a continuación les dejamos algunos aspectos del consumismo
que confieren a la ecología.
El consumismo y la publicidad
Como se mencionó anteriormente,
la publicidad es un factor que tiene mucha influencia en lo que se refiere al
consumismo. En ocasiones ésta logra
convencer al público de que un gasto es necesario cuando antes se podría
considerar como un lujo. Como ejemplo se podría hablar sobre los productos que
anuncian por la televisión. Muchos de estos productos en realidad mejoran
nuestra calidad de vida, sin embargo existen otros que son innecesarios, y,
aunque pueden facilitarnos mucho más las cosas, producen efectos negativos en
el medio ambiente. La X Hose aparentemente está compuesta por dos mangueras,
una interior expandible y otra exterior plegable, haciéndola mucho más ligera y
fácil de manejar. Aunque por su diseño ésta manguera podría ahorrarnos mucho
tiempo y espacio, lo que sobresale es el gasto innecesario en una manguera de
este tipo (pudiendo utilizar una manguera común o incluso cubetas) y todo el
desperdicio de agua que se está haciendo. Y es que el comercial muestra a
personas haciendo uso de ella para limpiar el carro o incluso la casa, como si
fuera la única solución para realizar esa clase de actividades. También
muestran las dificultades que se tienen con una manguera regular, como lo
difícil que es transportarla o recogerla y guardarla, aunque claro, exagerando
demasiado la situación, y de eso se trata la publicidad, de hacernos creer que
nuestra vida sería mejor si tuviéramos el producto que se anuncia, cuando en
realidad solo estamos cayendo en las garras del consumismo.
Si lo vemos desde un “nivel” doméstico, un producto se
utiliza una sola vez o un pequeño número de veces respecto a uno similar que
podría durar mucho más. Recibimos cada minuto, desde que abrimos nuestros ojos
por la mañana hasta que los cerramos por la noche, un constante bombardeo de la
industria publicitaria que nos incita a consumir, que intenta generarnos nuevas
adicciones, necesidades, deseos que prácticamente nos obliga a consumir
productos y servicios cuya gran mayoría son para nosotros no tan necesarios.
El consumismo y los desechos electrónicos
En la actualidad los avances
tecnológicos han facilitado la vida de la sociedad moderna con aparatos como
celulares, iPads y computadoras portátiles que nos ayudan de gran manera en
nuestra vida diaria, pero así como estos han brindado grandes beneficios para
nuestra sociedad, también cuentan con desventajas. Lamentablemente, el afán por
poseer lo más "nuevo" en tecnología se ha apoderado de nosotros y
cada vez que un aparato electrónico nuevo llega a revolucionar, en lugar de
disfrutarle como tal, ya estamos en espera de su sucesor dando paso así al
consumismo. Ya no es suficiente el tener un celular, ahora se tiene que contar
con el modelo más reciente, ¿y qué pasa con el anterior?, se va a la basura. El
problema aquí es que estos aparatos no se destruyen tan fácil, y no sólo se
amontona en los basureros si no que contaminan el ambiente. La acumulación de
residuos tecnológicos cada día es generada en mayor cantidad, y estos a su vez
contienen elementos tóxicos que, al no ser tratados de forma correcta en su
eliminación, producen grandes daños en el medio ambiente. Aún es difícil saber
la manera correcta para deshacerse de estos aparatos; la solución más factible
sería disminuir el consumo excesivo de la tecnología y tratar de usar aparatos
más "amigables" para nuestro ambiente, pero es muy difícil que ésta
sea la situación que veamos ya que, nuestras vidas prácticamente giran
alrededor del consumismo electrónico. Entonces, lo ideal sería optar por el
reciclaje y llevarlos a centros especializados donde se hará uso adecuado de
estos para así cuidar un poco más de nuestro entorno.
El
consumismo y la industria textil
El vestirse dignamente es un derecho que tenemos
todos los seres humanos, mas actualmente vivimos en una comunidad exigente, en
donde lo que viste una persona lo definirá en estatus tanto social como
económico. El consumismo constante de prendas de vestir es inculcado por medios
de comunicación, principalmente revistas y televisión. Al querer estar “a la
moda” nos vemos impulsados a comprar cada vez más ropa para poder sentirnos
bien. Lo que muchos no saben es el efecto de tal industria en el medio
ambiente.
La industria textil sólo procesaba materias primas
naturales de origen vegetal y animal. Sin embargo, la proporción de fibras
artificiales (fibras de celulosa regenerada, como seda artificial, viscosa
obtenida de la madera y de los residuos del algodón y más adelante fibras
totalmente sintéticas, como poliamida, poliacril y poliéster, provenientes
todas ellas a la postre de la materia prima petróleo) en la demanda global de
fibras sigue creciendo en todo el mundo.
En los proyectos de la industria textil hay que dedicar una atención
especial al elevado consumo de agua en la fase de ennoblecimiento. Además, hay
que prever la posibilidad de eliminar las aguas residuales.
Mucho más problemáticas son las emisiones derivadas del lavado de la
lana virgen. Al contrario que en el desengranado del algodón, el lavado de la
lana virgen se realiza de forma centralizada en grandes fábricas, lejos del
lugar donde se obtienen las fibras. Por kg de lana lavada se obtienen entre 300
y 600 g de sustancias derivadas. Junto a las valiosas grasas de lana
aprovechables para fines técnicos y cosméticos, la solución de lavado contiene
también biocidas y productos similares que se han introducido en la lana de
oveja, de modo que el lavado de la lana virgen representa sin duda alguna una
de las mayores cargas para las aguas residuales en la industria textil.
La industria ennoblecedora textil consume un volumen de agua
relativamente elevado y produce un elevado caudal de aguas residuales.
Consumo de agua en la industria textil
|
Tipo de fibra/acondicionamiento
|
Consumo medio de agua
en l/kg de material |
a) según tipo de fibra
|
|
Algodón
|
50-120
|
Lana
|
75-250
|
Fibras sintéticas
|
10-100
|
b) según el acondicionamiento
|
|
Floca/hilado
|
100-200
|
Malla
|
80-120
|
Estampado
|
0-400
|
La mayoría de las sustancias que se vierten en las aguas residuales son
biodegradables. Sin embargo, en el proceso de biodegradación, los compuestos
vertidos en las aguas abiertas (emisarios) pueden reducir el contenido de
oxígeno del agua por debajo del nivel necesario para que el agua esté sana y
ocasionar la putrefacción de la misma.
En el ennoblecimiento textil se utilizan además toda una serie de
compuestos que no son en principio biodegradables.
Para finalizar, podemos estar seguros de que, la cantidad de
basura inorgánica que generamos es notablemente superior a la cantidad de
basura orgánica. Debemos generar un cambio interno. Aquí una reflexión sobre
este asunto:
Una de las
preguntas que me hice a mí misma al saber un poco más sobre el consumismo es,
¿Cómo llega a afectar que yo tire una botella vacía de agua a la basura con los
daños del planeta?; pero al indagar un poco más en investigaciones mi pregunta
pasó a ser otra: ¿Qué <<no>>
afecta el ambiente al tirar un residuo de plástico como una botella?
Reflexionemos: al tirar una botella de agua ya vacía a la basura se podría
decir que yo me estoy deshaciendo de ésta, pero aún sigue en alguna parte del
planeta. Esta botella se va al camión de la basura, luego al basurero municipal
junto con otras miles o incluso millones de botellas, bolsas, papeles entre
otros productos no degradables que siguen ahí meses, o incluso años hasta que
esta basura es trasladada a un basurero más grande, junto con la basura de los
demás miembros de tu ciudad la cual se estima que son cerca de 90 toneladas en
tan solo un día y de tan solo una ciudad.
Otra
pregunta que también me hice fue: ¿Por qué tanta preocupación por la basura, si
he sabido que en muchos casos reciclan el plástico y papel? Bien, según fuentes
del gobierno es verdad que la basura se puede reciclar, pero de los millones de
toneladas que se 'recaudan' en un año, solo se llega a reutilizar entre el 10 y
15% de estos desechos, por lo que el 85% restante tiene tres destinos; esperar
a que un pepenador llegue por alguna de estas botellas y la reutilice, esperar
a que el gobierno municipal la queme para hacer espacio en el basurero, pero
que después la emisión de estos gases que se desprenden al quemarlas llegue
directamente hacia nuestra atmósfera (o lo que queda de ella), o bien, esperar
a su desintegración por completo, lo cual puede llegar a suceder de 100 a 200
años, mientras que se desprenden sustancias y elementos tóxicos que acaban en
el suelo entrando en el ciclo vital de los organismos que habitan en él.
Ahora que sé
todo por lo que pasa algo tan simple como una botella de plástico, solo quedaba
una pregunta, ¿Qué puedo hacer para evitar que esto siga sucediendo? Aunque la
mayoría pensemos que somos insignificantes para lograr algún tipo de cambio, lo
cierto es que cualquier ''granito de arena'' puede hacer la diferencia, como
reutilizar botellas lo más que podamos y así restarle años de vida al plástico,
además de que hacemos un lugar menos en ese basurero, lo cual nos lleva a menos
gases de dióxido de carbono emitidos a la atmósfera y menos sustancias que se
desprenden ocasionando daños al suelo y a las criaturas que habitan en él.
Así que la próxima
vez que te preguntes que tanto puede ayudar al mundo tan solo reciclar una
botella, quizá estés un poco más informado y te darás cuenta que aunque parezca
poco, con el tiempo será una gran diferencia, y más si educas a tus hijos y
personas cercanas para llevar a cabo esta cadena.
FUENTES DE LAS IMÁGENES:
Para más
información sobre este tema consulta:
Equipo 3: Ana
Iglesias, Karina Arreola, Carla Gamboa, Cristina Ibarra, María Guadalupe Arroyo
y Liliana Romero.
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