La privatización del agua
La realidad de la privatización de servicios de agua en México
Los casos de las
urbes de Cancún, Saltillo y Aguascalientes son ilustrativos. En la ciudad de
Cancún, paraíso turístico en la costa caribeña, la primera compañía privada que
administró el sistema de agua fue Azurix, una subsidiaria de la famosa y
desgraciada compañía estadounidense Enron. Después de su aparatosa quiebra,
llegó Ondeo, subsidiaria de la empresa francesa Suez, que financió la compra
con un préstamo del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras).
Según la organización no gubernamental estadounidense Public Citizen, "las
inversiones comprometidas están todavía por realizarse y por tanto las aguas
residuales son descargadas en el mar Caribe."
En Saltillo, en el
estado de Coahuila, el sistema fue concesionado a una compañía propiedad del
municipio y de la corporación española Aguas de Barcelona. Durante los dos
primeros años de la concesión, las tarifas subieron de 32% a 68%, en contra de
los términos acordados, que establecen que los aumentos no debían superar la
inflación. Informa Public Citizen que los miembros de la junta directiva que
trabajan para el municipio no han podido imponerse a las decisiones tomadas por
los integrantes españoles del consejo.
En Aguascalientes, cuyo
sistema de agua fue concesionado a una subsidiaria de la trasnacional francesa
Vivendi, las tarifas están entre las más altas de México. Pero estas tarifas
altas no han resultado en un manejo sustentable del recurso; el acuífero del
que depende la ciudad está cerca del agotamiento. Aunque las autoridades no lo
reconocen, sostiene Public Citizen, la región será de las primeras del país que
sufrirá una crisis de abasto de agua que obligue a una drástica reducción de
los planes de expansión económica.
Estos tres casos
contrastan con el sistema de agua de la ciudad de Monterrey, que está
controlado una agencia pública. "Como algunas otras en el norte del país,
esta entidad pública ha tenido éxito en asegurar una amplia disponibilidad del
servicio mientras reduce las pérdidas de agua a través de redes y colectores de
sus clientes", según el diario La Jornada.
En 2001 se creó el
Programa para la Modernización de Prestadores de Servicio de Agua y Saneamiento
(Promagua) para darle financiamiento a los municipios para mantener sus
sistemas de agua. Pero la ayuda de Promagua, que fue financiado con un préstamo
del Banco Mundial, está condicionada a que los municipios faciliten la
participación del capital privado.
El sector privado
entonces impone sus propias condiciones. Según CASIFOP, "las empresas
privadas se rehúsan a establecer cualquier tipo de convenio con autoridades
municipales si éstas no se comprometen a resolver rezagos en la infraestructura
por medio de inversión estatal (es decir, deuda pública), a incrementar las
tarifas antes de que ingrese el capital privado, a absorber los costos para
'eliminar la incertidumbre' respecto de los derechos de propiedad, a garantizar
la continuidad de la concesión y a asumir la responsabilidad de ampliar la red
de infraestructura, nuevamente por medio de más endeudamiento externo."
Según Luis Hernández
Navarro, muchos de los préstamos del Banco Mundial a México han tenido como
condición la privatización y la recuperación del costo total del agua. "En
su lenguaje, la 'recuperación del costo' se refiere tanto a la eliminación de
los subsidios gubernamentales como al incremento de los pagos que los
consumidores deben hacer para tener acceso al servicio. Esto significa que las
empresas operadoras encargadas de proveer de agua potable deben cubrir todos sus gastos de operación y mantenimiento
mediante los cobros a los consumidores, sin recibir subvenciones
gubernamentales."
La más reciente Ley
de Aguas Nacionales, aprobada por el Congreso de la Unión en 2004, fue un paso
sustancial en la privatización de la infraestructura y el suministro de
agua potable. Según el BM el "nuevo marco legal constituye una oportunidad
única para profundizar el proceso de reforma" del sector. "La nueva
legislación afina los mecanismos para lograr la exclusión de la población del
proceso de toma de decisiones sobre las políticas y la gestión real del
líquido, para trasladarlo a las grandes empresas," plantea Hernández
Navarro.
La Crisis del agua
El
agua embotellada es negocio aquí y donde sea, la privatización del agua, que es
algo mucho más grave, es un fenómeno que es real, está aquí, y probablemente si
no nos movemos, hablando del pueblo en general, que está inconforme e indignado
con el tema, no se ira y se implantara en nuestro sistema de obligaciones
salariales.
Si
los altos ejecutivos de las grandes compañías, cuyos productos están
relacionados, o son en gran parte, productos que tengan que ver con el agua
piensan que la privatización es la mejor respuesta para la escasez de agua,
porque debemos de confiar en esas mismas compañías? Todos sabemos que el
proceso sucio y ensombrecido por procesos legales es el “aprovechamiento”, como
ellos le dicen, o “apropiación a la fuerza” como nosotros le decimos, de los
pozos de agua, mantos acuíferos, se apropian de estos asentamientos, y la
chupan hasta la última gota, comunidades enteras se quedan sin su fuente
semi-estable de agua, un liquido que ellos mismo creen que es y debería seguir
siendo un derecho humano fundamental, a esas empresas se les otorgan la mayoría
del tiempo privilegios de el consumo del agua para uso empresarial, aunque es
bien sabido que son la razón numero uno de agotamiento forzado en regiones
donde el agua sigue un ciclo de regeneración.
La
causa de que seguimos que esto pase, es a falta de organización y medios en las
comunidades afectadas, y privadas de su liquido vital, y el enriquecimiento de
las empresas con privilegios privatizadores, ese es el fin de la privatización,
le damos una línea estable de agua a los pueblos privados, les devolvemos su
fuente de agua, y las empresas dejan de recibir esos beneficios, por eso es que
el cambio es lento, pero constante.
Privatización del agua
Bechtel y Monsanto, dos empresas de los Estados Unidos,
buscan privatizar y controlar el agua en varios países, tales como India,
Bolivia y México.
En Argentina y Chile ya se han privatizado muchos ríos para
uso exclusivo de las grandes corporaciones transnacionales. El Banco Mundial
obligó a Bolivia a privatizar su sistema de agua que fue comprada con
corruptelas por la empresa de los Estados Unidos, Bechtel, quien se encargó del
sistema de agua de la ciudad de Cochabamba. Inmediatamente después que la
Bechtel tomó control del sistema, el acceso al agua disminuyó y los precios
subieron 40%. Pero luego, el pueblo por medio de su resistencia y organización
recuperó el sistema de agua potable.
En México, según cifras oficiales, más de 12 millones de
mexicanos y mexicanas no tienen acceso al agua potable, que es equivalente a
toda la población de Guatemala. En México el gobierno de Vicente Fox lanzó también
el proceso de privatización del agua con apoyo de recursos económicos del BM y
otros bancos norteamericanos. La transnacional Suez ha ganado muchas ofertas de
privatización en varias ciudades mexicanas así como Vivendi y Bechtel camuflada
como Unites Utilities. En todas estas ciudades será donde las colonias y
barrios populares ya no contaran con cuotas fijas en el servicio del agua sino
que se elevaran aumentando la pobreza en los mismos cinturones de miseria.
Es necesario que el servicio básico del agua se mantenga como
un bien público y no privado ni comercial. Es importante evitar que el agua
esté bajo el control, dominio y exclusiva posesión y beneficio económico de la
iniciativa privada. No se puede dejar en manos privadas tanta responsabilidad
sobre la vida de toda la humanidad, no es posible que el agua se privatice ya
que es un elemento vital para nuestra vida y todos tenemos derecho a utilizarla
aunque también debemos ser conscientes de las consecuencias que nos traería la
falta de agua por acciones de falta de consciencia. Debemos de luchar por la no
privatización del agua, no podemos dejar que las personas que están a cargo del
poder de nuestro país nos impongan este tipo de situaciones.
Privatización del agua en México
En México la privatización del agua no es una novedad se dice
que México en el año 1993 firmo un contrato con cuatro empresas diferentes
encargadas de el servicio de agua los contratos, mismos que fueron renovados,
se desarrollaron inicialmente en tres etapas que marcan claramente como los
concesionarios se van apropiando del recurso del agua, como el estado de México
ahí otros estados que están en la misma situación como lo es Aguascalientes,
Puebla, Nuevo León, Quintana Roo, entre otros.
Probablemente la privatización del agua aún no ha tenido un
impacto significativo en el consumidor. Sin embargo, la Comisión Nacional del
Agua afirma que en el año 2025 habrá un crecimiento poblacional que demandará
mayor consumo del agua, esto no será fácil si se toma en cuenta que sólo un
poco por ciento del agua nacional se encuentra en buenas condiciones y el otro
porciento es catalogada como aceptable.
Con
esta crisis el agua será vendida a las grandes corporaciones multinacionales, y
multimillonarias como de hecho ya está pasando en algunos países y estados, que
ya están vendiendo grandes cantidades de agua potable y las empresas privadas
están brindando sus servicios a otros países.
Se
ha dicho que por lo tanto la disponibilidad natural media de agua será de baja
a extremadamente baja en la población, otro punto de alerta es la extracción
del agua subterránea, la cual no es renovable y anualmente se extraen
demasiados kilómetros cúbicos de agua por año.
La
crisis del agua es muy importante porque el agua es vital para el ser vivo
tanto como plantas, animales, y personas. El agua no es renovable por eso
debemos cuidar el agua por eso la privatización del agua cada vez se hace más
estricta.
Privatización del agua: ¿y los usuarios… y las comunidades?
En las últimas semanas hemos sido bombardeados
con iniciativas y reformas en el ámbito federal, lo que ha motivado la
movilización social de amplios sectores de la población. En algunas de esas
reformas la privatización y la mercantilización de servicios básicos es lo que
prevalece, bajo el esquema de los proyectos de prestación de servicios y la
necesidad de hacer más eficientes y competitivas las actividades, abriendo
espacios y beneficiando a la inversión privada trasnacional o nacional, y en
ese sentido apuntalando nuevos procesos de acumulación para diversos segmentos
del capital privado, que encuentra así nuevos ámbitos de negocios, al amparo de
una nueva rectoría del Estado.
En
Puebla, la cuestión no es menor. En una operación fasttrack, a iniciativa del
gobernador Rafael Moreno Valle Rosas, se modificó la Ley de Aguas para el
Estado de Puebla, reformándose el artículo 31 y el 118 Bis, donde se
establece que “ los prestadores de servicio público tendrán las atribuciones
para regular las participaciones del sector social o privado, celebrando
instrumentos jurídicos, incluyendo sin limitar, concesiones o cualquier otros
convenios o contratos, los cuales establecerán, derechos y obligaciones de las
partes, las sanciones por incumplimiento, la posibilidad de ceder o gravar
irrevocablemente, con el previo consentimiento del Concedente, los derechos
derivados del título de Concesión o instrumento correspondiente”.
Dicho en
otros términos, la modificación permite concesionar a particulares el
servicio de agua potable, alcantarillado y saneamiento, que actualmente brindan
los municipios u organismos operadores. Además, los prestadores del servicio
podrán establecer la estructura tarifaria para el cobro de derechos, productos
y contribuciones, siempre que dichos prestadores tengan a su cargo dos o más
municipios. Se determinó también que los adeudos de los usuarios serán
considerados “créditos fiscales”, lo que permitiría a la autoridad emprender un
proceso judicial contra los morosos que podría derivar en la imposición de
sanciones por la comisión de un delito fiscal.
El
argumento de la privatización responde a aspectos financieros y técnicos,
dejando de lado el aspecto social y ambiental, que cualquier nuevo proyecto de
gestión del servicio agua potable, alcantarillado y saneamiento debería tomar
en cuenta. En la entidad poblana, y más concretamente en la ciudad de Puebla,
los conflictos por el agua son una realidad, derivados principalmente del
aumento de la demanda asociado a la expansión urbana e industrial y a lo que
las comunidades consideran como un despojo de un recurso que les pertenece y
que ha orillado a las comunidades a organizarse generando procesos de
resistencia frente a la extracción del agua para la ciudad capital y su área de
expansión, mientras en las comunidades donde se han perforado pozos profundos
la disponibilidad del agua continúa siendo una demanda.
El
consumo mundial de agua se está duplicando cada 20 años lo que equivale a más
del doble de la tasa de crecimiento mundial de la población.
Según
la ONU, más de mil millones de personas carecen de acceso al agua potable; si
la tendencia continúa, para el año 2025 la demanda de agua potable se espera
que aumente un 56% más que la cantidad de agua de la cual se dispone
actualmente.
Las
corporaciones multinacionales conocen estas tendencias y están tratando de
monopolizar el suministro de agua en todo el mundo. Monsanto, Bechtel y otras
grandes multinacionales mundiales están buscando controlar los sistemas de agua
y su abastecimiento.
El
Banco Mundial (BM) adoptó una política de privatización del agua y una política
para la estipulación del precio del agua a un costo total; estos cambios están
causando gran aflicción en muchos países del Tercer Mundo, que temen que sus
habitantes no puedan afrontar la tarifa del agua.
La
resistencia fundamental a la privatización del agua surge a medida que las
compañías expanden su margen de ganancia.
La
compañía Bechtel Enterprises de EE.UU, fue contratada para hacerse cargo de la
empresa de agua de Cochabamba (ciudad
en Bolivia) luego de que el Banco Mundial exigiera a Bolivia que la
privatizara.
Cuando
Bechtel comenzó a aumentar el precio del agua, toda la ciudad hizo una huelga;
después de cuatro meses de disturbios, el gobierno Boliviano sacó a Bechtel de
Cochabamba.
La empresa Bechtel tiene una
larga historia de abuso del medio ambiente, ahora están trabajado con el
gobierno de Estados Unidos para
conseguir la privatización, aunque los activistas temen que lleve a que la
compañía se apodere del servicio de agua de San Francisco.
Según unos estudios realizados
demuestran que comercializar el agua en mercado abierto tiene como consecuencia
que sólo llegue a las ciudades y a las personas ricas.
Los gobiernos están cediendo el
control que tenían sobre los proveedores de agua nacionales, a través de la
participación en tratados de comercio como el Tratado de Libre Comercio
Norteamericano y en instituciones como la Organización Mundial de Comercio,
dichos acuerdos otorgan a las
corporaciones transnacionales derechos sin precedentes sobre el agua.
Los gobiernos en todo el mundo
deben actuar rápidamente para declarar el agua como un derecho humano
fundamental, y prevenir así los intentos de privatizar, exportar, y negociar
con esta sustancia esencial para todo ser viviente.
Referencias:
La Jornada
de Oriente.
http://www.lajornadadeoriente.com.mx/2013/09/13/privatizacion-del-agua-y-los-usuarios-y-las-comunidades/.
"RED
MEXICANA DE ACCION FRENTE AL LIBRE COMERCIO." RED MEXICANA DE ACCION FRENTE AL
LIBRE COMERCIO. N.p., 26 July 2007. Web. 20 Oct. 2013.
Samson,
Kevin. "Global Research." Global Research. Activism, 27 June
2013. Web. 20 Oct. 2013.
<http://www.globalresearch.ca/the-privatisation-of-water-nestle-denies-that-water-is-a-fundamental-human-right/5332238>.
Privatización Del Agua En El Mundo Y Transnacionales." Portada Sodepaz. N.p., n.d.
Web. 20 Oct. 2013.
"Privatización Del Agua, Un Robo De Las Empresas,
Amparado Por Los Gobiernos."DemocraciaYa. N.p., n.d. Web. 20 Oct.
2013.
Hecho por:
Daniela Leal
Angela Coronado Cerda
Jennifer Banda
Erika Ortiz
José Cardona
Enrique Valtier