Cuidar el medio ambiente nos involucra a todos. De qué sirve que haya personas que intenten proteger o preservar nuestro planeta, si hay personas que se muestran ajenas al problema; que simplemente no le prestan la misma atención, ni muestran el mínimo interés o esfuerzo por conservarlo.
Todo ser humano -no importa raza, color, nacionalidad, edad, sexo o nivel económico- debe poner un “granito de arena” para ayudar a cuidar el medio ambiente. Para algunas personas esto suena aburrido o simplemente no les interesa, porque “no les afectan los problemas”, lo que no toman en cuenta es que tal vez en un futuro nuestro planeta se acabe si no hacemos un cambio radical por tratar de cuidarlo. Y mientras esto sucede, se va dejando una serie de estragos que si bien no parecen afectar a primera instancia, traen consigo muchos desastres.
Y me pregunto yo ¿qué la gente no se queja de lo sucias que están las calles, de que con una lluviecita éstas se inundan (a causa de la basura que obstruye las alcantarillas), de las sequias y en contra parte de las inundaciones, etc.? Claro que sí se quejan, y algunas a diario… Entonces es tonto pensar que no nos afectan los problemas que acarrea consigo el maltrato al medio.
El cambio se empieza desde adentro, es decir desde el hogar. Se nos debe enseñar el valor del cuidado a nuestro entorno. Y más allá del comienzo en el hogar, se tiene que empezar desde uno mismo. No se puede esperar un cambio en el exterior, si uno mismo no cambia, o hace el intento por buscar una mejora a nuestros problemas ambientales.
Podemos hacer muchas cosas para tratar de ayudar, como reciclar. Reciclar no es tan difícil y no es de mucha ciencia. Así como en las escuelas, los pequeños tienen contenedores para reciclar, también sería muy bueno emplear esto en casa. En el hogar, separar cada tipo de material, ya sea papel, aluminio o plástico ayuda mucho y no solo ayudas al planeta, sino también enseñas a tus hijos o a cualquier integrante de la familia a reciclar.
También en el hogar lo que pudiéramos hacer es ahorrar energía. Tenemos la mala costumbre de dejar todo conectado o encendido. De modo que hay proponernos desconectar los aparatos que no se estén utilizando, ya que aunque no estén encendidos gastan luz; así como también de deben cambiar los focos comunes por focos ahorradores.
Entre otras cosas, un recurso que se nos puede agotar si no lo cuidamos, es el agua. Desperdiciamos mucha; solemos dejar la llave abierta mientras nos lavamos los dientes, además tardamos 30 min bañándonos, lavamos el carro con manguera. No somos consientes de la suerte que tenemos al poder poseerla en nuestras mismas casas, con tan solo abrir una llave. En cambio, hay mucha gente necesitada de agua en sitios rurales o hasta en la misma ciudad. Entonces si se nos da esta dicha hay que aprovecharla y cuidarla.
Como lo dice Heidegger: La posibilidad de construir un mundo que abarque a todos los vivientes en un habitar integrado y dirigido bajo la luz de un "respeto mutuo" se erige como una de las vías posible en el contexto de la sociedad humana que lucha por el derecho y la protección no tan sólo de los nichos ecológicos, sino también de la humanidad toda. [5]
No nos damos cuenta del gran daño que le hacemos al planeta al no cuidarlo y si sí lo hacemos no realizamos nada para revertir los hechos. Nos conformarnos o nos convencemos con la idea de que nunca se van acabar todos los recursos minerales que tenemos, y estamos en total equivocación.
Otros nos quejamos y quejamos desde nuestro sillón en casa, pero, ¿qué hacemos para que esto cambie? Quedarnos sentados y quejarnos no arregla nada, hay que levantarse y hacer el cambio, empezar por nosotros, tratar de poner el ejemplo a los demás. Es nuestro deber hacer lo que esté en nuestras manos. En nuestra próxima reflexión cada una de los integrantes diremos lo que hacemos para preservar o retrasar los problemas del medio ambiente, que a pesar de ser pequeñas acciones ayudan en verdad. Para así motivar a nuestros compañeros a ser agentes de cambio.
[5] En "Construir, Habitar, Pensar" Martin Heidegger. "Ciencia y Meditación", en Filosofía, Ciencia y Técnica. Santiago de Chile: Editorial Universitaria, 1997.
Equipo 7:
Valeria Alanis Ochoa, Daniela de la Cruz Moreno, Miriam Gaytán Hernández, Anakaren Huerta Rivera, Karla Teresa Rodríguez Romero y Evelyn Natali Rodríguez Ibarra
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