[Variedad de pilas para distintos usos. Fuente: Google Images] |
¿Qué
haríamos hoy en día sin las pilas? Esa es una pregunta que tal vez nadie se
haga, porque estamos tan acostumbrados a tenerlos en nuestra vida diaria que ni
nos damos cuenta que somos indispensables a tener las pilas para nuestros
celulares, laptops, radios, linternas, relojes, controles, video juegos,
calculadoras, etc. Las pilas nos ayudan a manejar los objetos que, antes eran
alámbricos, sean ahora inalámbricos. Es decir, lo que antes debía mantenerse en
un solo lugar para que se enchufara a la luz para que funcione, ahora se puede tener
en todos lados de la casa e incluso fuera de la casa. Las pilas nos han
facilitado la vida en muchos sentidos. Sin embargo, ¿a dónde van las pilas
cuando ya no nos sirven? Lo más típico es tirar las pilas al bote de basura más
cercano y reemplazarlas por unas nuevas.
Tirar
las pilas a un bote de basura es un grave error. Te preguntarás: “¿qué tiene de
malo tirarlas a la basura? Simplemente es un desecho más”. Es un error pensar
que es simplemente eso. Es más que basura. Es una basura tóxica que, si entra
en contacto con la tierra o, peor aún, con el agua, se contamina horrores por
la cantidad mercurio y otros metales pesados que contiene.
Según varios estudios
las pilas están compuestas de metales pesados, tales como:
- alcalí (causa quemaduras en la piel)
- manganeso (tóxico, afecta al sistema nervioso, respiratorio)
- carbono (tóxico para algunos animales y para todos los humanos)
- mercurio (irrita ciertas partes del cuerpo y es peligroso para el sistema nervioso)
- litio (puede causar una explosión si se combina con el agua y el aire)
- hierro (altamente tóxico)
- plomo (puede dañar el sistema nervioso, los riñones y el sistema reproductivo)
- cadmio (puede causar cáncer en los pulmones el bromo puede causar daños en los ojos y en la garganta)
Según
un estudio de la UNAM, “los polvos y vapores de mercurio se reabsorben casi
completamente por vía pulmonar. Las sales del mercurio producen lesiones en la
piel y en las mucosas”. Esta sustancia puede provocar pérdida de la memoria,
disminución de la coordinación psicomotriz, ceguera, convulsiones, vómito,
diarrea e incremento de la presión sanguínea y alteraciones en el sistema
inmunológico, hasta incluso cáncer.
[Pila corroida. Fuente: Google Images] |
Su
debido desecho es indispensable para evitar los graves problemas que pueden
causar al agua y al suelo, ya que una sola pila de mercurio podría contaminar
hasta 600.000 litros de agua. Las carcasas de las pilas se corroen y derraman
sus componentes debido al clima al que se exponen; cuando se produce este
derrame, los electrolitos internos de las pilas fluyen por el suelo
contaminando toda forma de vida.
Las pilas
que representan el mayor porcentaje de consumo son las alcalinas y las que no
tienen carbono; éstas, al acabarse su vida útil, conservan zinc, hierro y óxido
de manganeso, elementos que pueden
convertirse en pesticidas para la agricultura mediante un adecuado
procesamiento.
Así
que, hay que pensarle dos veces antes de tirar las pilas al bote de basura.
Pero entonces, ¿en dónde las podemos desechar? Fácil: Agarre un bote de
mayonesa, de galletas, o de lo que usted guste y utilícelo para desechar ahí
las pilas. Manténgalo en un lugar donde sepa que tiene ahí las pilas que ya no
les sirva. Cuando esté lleno el bote, llévalo a un centro de acopio donde
reciclan pilas.
En
monterrey ya se pueden llevar las pilas usadas a las tiendas comerciales como:
- HEB
- Súper Siete
- Farmacias Benavides.
Otros centros de acopio en México son:
- Recicla Electrónicos México (REMSA)
- Asociación Civil “Ponte las pilas”
- SITRASA (Sistemas de tratamiento ambiental) que ayuda en la recuperación de las pilas, destruyéndolas hasta convertirlas en polvo.
- Centro de acopio de pilas (Ecolomóvil)
[Pilas recargables dentro de su cargador. Fuente: Google Images] |
¿Sabes
en qué consiste el proceso de reciclaje de pilas?
Es un proceso que
podemos dividir en cuatro partes:
En la primera, se quita el agua.
El segundo, una vez secas, por medio del calor se encierran
en un depósito sellado.
El tercero, el recipiente es expuesto de nuevo a la
acción del calor, para comprimir aún más y tener lo que será la base del dobleblock
El cuarto paso consiste en agregar arcilla y cemento
especiales para darle forma.
Reiteramos
tener consciencia de que las pilas no son solo tubitos chiquitos que, si ya no
sirven, podemos tirar así nada más. Hay que seguir un control de reciclaje, no
solo con las pilas, sino con todo lo que nos encontremos a nuestro alrededor.
El daño puede ser irreversible si no actuamos a tiempo. El planeta y nuestra
propia salud están en riesgo.
Bibliografía
Equipo 5:
Wendy Martínez
Fátima Meléndez
Carlos Ramírez
Sarahí Ruíz
Nathalie Wechner
Nathalie Wechner
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