domingo, 3 de noviembre de 2013

Una alternativa: Spiritree

Desde hace siete años se comenzó a utilizar una alternativa al entierro de personas, la cremación. Y a pesar de que su popularidad ha crecido con el paso del tiempo, aún quedan dudas si es la mejor opción para dar final a la vida de un humano. ¿Por qué? Bueno se sabe bien que al enterrar a una persona se da comienzo a un proceso de descomposición que es aprovechado por animales y microorganismos. Entonces, elegir la cremación en general interrumpe el ciclo natural, sin un cadáver en descomposición bajo la tierra no se fomentaría la reproducción de microorganismos, no se fertilizaría el humus, es decir, en general no se crearía vida o algo beneficioso para el medio.

Ahora, fuera de los beneficios que trae el entierro, la cremación trae consigo muchos aspectos negativos tales como: cantidades inmensas de humo las cuales entorpecen la atmósfera, contamina con dióxido de carbono y genera mayor entropía (medida del desorden de un sistema) debido a los gases que libera en la combustión, además de que se desperdicia mucha energía en el proceso. Aún con todo, sigue siendo “una moda” la cremación, por lo accesible que es en comparación a un entierro, de modo que es probable que se siga utilizando; es por eso que dedicamos el espacio de hoy a algo provechoso que se pueda hacer con las cenizas de una crema, al regresar un poco de lo que se quitó en el proceso anterior.
Spiritree: un árbol con cenizas funerarias.
Existen muchas culturas que creen en la vida después de la muerte o de la reencarnación. Spiritree hace de esto algo posible.

Ésta es una de las alternativas que aparte de cuidar al medio ambiente, ya que ayuda a no contaminar el ambiente por el proceso por el cual tiene que pasar el cuerpo para convertirse en cenizas, también ayuda a crear vida. En este proceso la planta se alimenta de las cenizas y con el tiempo acaba convirtiéndose en un gran árbol.

Las cenizas del difunto son mezcladas con semilla que son puestas en una “urna” o recipiente que consiste en un forro que mantiene las cenizas del difunto en concentración con la planta y tiene una cubierta que permite que la planta y las cenizas resistan a la intemperie. La carcasa superior, que cuenta con pequeñas perforaciones que promueven la absorción de agua , está hecho de una cerámica inactiva semi-porosa , y está diseñado para degradar después de la exposición a largo plazo a los elementos. 
La base orgánica se compone de musgo, arcilla, papel reciclado, aserrín, post-consumo y otros materiales biodegradables. Éste recipiente es plantado en la tierra y una vez que la planta llegue  a crecer más allá del recipiente, éste se rompe y con facilidad la planta seguirá creciendo sin ningún problema en el suelo que previamente fue plantada.

Para muchas personas esta alternativa será como un procedimiento en el cual el difunto reencarnara en otro ser vivo, en este caso, en una planta.
Para aquellos que quieren mantener el espíritu del difunto, la urna biodegradable Spiritree es una manera significativa de guardar su memoria por muchos años.

Este trabajo fue hecho por una diseñadora francesa llamada Margaux Ruyant del International School of Desing de India. Ella pensó en la vida después de la muerte e ideó una urna funeraria donde se puede sembrar un árbol en las cenizas. La idea se creó basando en el mito del ave Fenix: renacer de las cenizas. Sus dimensiones son: largo 38 cm, altura 15 cm y peso 3.2 kg. Una de las ventajas de este producto es que la persona puede elegir en qué tipo de árbol desea que la persona fallecida reencarne. 
Otra cosa que se podría considerar bueno de esto es que ayudaría mucho en países sobrepoblados en el aspecto de no usar tanto espacio para enterrar los ataúdes. 
Este proyecto ya ha ganado un premio internacional y se espera se expanda por todo el mundo.

Aunque el precio es un poco costoso, para muchas personas no será un problema si se trata de algún ser querido.

Para mas informacion: http://www.thespiritree.com/

Equipo 7: 
Valeria Alanis Ochoa, Daniela de la Cruz Moreno, Miriam Gaytán Hernández, Anakaren Huerta Rivera, Karla Teresa Rodríguez Romero y Evelyn Natali Rodríguez Ibarra





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