lunes, 18 de noviembre de 2013

Los transgénicos en México




¿Qué es transgénico?

Quizá ya hayas escuchado acerca de este término o del término más específico ‘’alimentos transgénicos’’ pero ¿Qué son exactamente?
Un alimento transgénico es un alimento que fue sembrado a partir de alguna semilla u organismo que fue modificado genéticamente (es decir, se le incrustaron genes de alguna otra especie) para obtener las características deseadas.
Cada vez más son los alimentos que se modifican, los principales en la actualidad son: El maíz, la cebada y la soja; Pero en esta colaboración hablaremos principalmente del maíz, pues encabeza la lista de los alimentos transgénicos en cualquier parte del mundo.
En 1994 se creó el primer alimento transgénico el cual era una planta de tomates a las que se le agregaron genes de otra planta para hacer más resistente el tomate y para que estuviera maduro por más tiempo, pero en 1996 los retiraron del mercado debido a cambios en el sabor y el consistencia asi como en la textura.
Aunque unos años después se modificaron más alimentos que salieron al mercado y hasta la fecha siguen vigentes.
Sin embargo algunos productos han creado en los consumidores algunos efectos secundarios a partir de su consumo como por ejemplo, la producción de alergias y tolerancia a antibióticos.
¿Qué es el maíz transgénico?
Como ya dijimos los alimentos transgénicos son alimentos a los que se les adhieren genes.
El maíz transgénico es un tipo de maíz resistente al herbicida y fue comercializado en 1996 por Monsanto.
De esta manera el maíz podía ser rociado con herbicidas, algunos pesticidas o plagas como el gusano barredor  sin que éste se vea afectado.
México es el centro de origen y diversificación del maíz, que es un cultivo fundamental en todos los aspectos de la vida de los mexicanos y particularmente de su alimentación. Así pues merecen nuestra especial atención la controversia sobre la introducción de transgénicos de esta planta y la posible contaminación de los cultivos nativos.
Como algunas personas ya sabrán, la introducción del maíz transgénico en México no solo pondría en riesgo la contaminación de los distintos tipos de maíz que se encuentran en este país, sino que además pondría en riesgo la diversidad cultural del pueblo mexicano. De acuerdo a algunos artículos, en México existen 55 especies diferentes de maíz, y en el estado de Puebla se ubican las cuatro razas madres que son: el maíz precoz, el grano en forma de piña, el maíz ochenteño, y el maíz delgado o arrocillo.
Así como se mencionó con anterioridad, el maíz forma parte fundamental de la alimentación diaria de los mexicanos y, siendo el cultivo de mayor presencia en el país, juega un papel importante en cuanto a la obtención de numerosos productos industriales. Debido a esto, recientemente se ha suspendido la emisión de permisos a transnacionales como Monsanto, Pioneer o Syngenta para la siembra de este producto en nuestro país.
Muchos concuerdan que la introducción de cultivos transgénicos afecta de manera negativa a los campesinos, pues se favorece el monopolio y el control de las transnacionales de la biotecnología sobre los granos base de nuestra alimentación. Sin embargo, algo tiene que hacerse al respecto, ya que la población de México está creciendo así como la demanda de ciertos alimentos.

Regulaciones de los transgénicos

En muchos países existe una legislación sobre el cómo regularizar alimentos o cultivos transgénicos; lamentablemente, no en todos los países la aplican, por eso la CECU y la OMS estudian y analizan los beneficios y perjuicios de la alteración genética en la alimentación.
La discusión sobre los transgénicos se inició en 1992, en la reunión conocida como “La Cumbre de Río”. Ahí se concluyó que era indispensable crear un marco regulatorio para la protección de la biodiversidad del planeta, que ya había disminuido considerablemente en diversas regiones. El Protocolo de Bioseguridad debía establecer reglas internacionales vinculantes que obligarían a adoptar el principio precautorio como base para las decisiones sobre transferencia, manejo y uso de los OGM (Organismos Genéticamente Modificados).
En México las cuestiones de bioseguridad se empezaron a considerar desde 1987, pero sólo para regular actividades de investigación en salud y dar cabida a solicitudes de corporaciones agrobiotecnológicas para experimentar con cultivos transgénicos.
La aplicación agrícola dio origen a la formación de un Comité Nacional de Bioseguridad Agrícola, coordinado por la Secretaría de Agricultura Ganadería y Desarrollo Rural (Sagar). En 1988 se iniciaron experimentos en agricultura y en 1997 entra en vigor la norma fitosanitaria que regula esta experimentación. Esta norma es muy limitada, pues sólo define la siembra de materiales transgénicos a nivel experimental, sin especificar dimensiones; en el caso de algodón, en 1999 se autorizó la siembra de 75 mil hectáreas de algodón Bt resistente a insectos y 10 mil de soya resistente a herbicida. En la norma no se habla sobre manejo de los productos cosechados ni su transporte, ni se contempla la importación de materiales modificados para consumo directo o para industrialización.

En el caso de la salud, en 1997 se modificó la Ley General de Salud para incluir un apartado de productos biotecnológicos en el que se incluyen productos derivados de organismos vivos, pero no se manifiestan los organismos transgénicos de manera explícita. En esta ley se menciona el etiquetado de los productos biotecnológicos como una posibilidad que será establecida mediante el reglamento y normas correspondientes. En agosto de 1999 entró en vigor el reglamento de bienes y servicios en el que nuevamente el etiquetado de productos biotecnológicos se remite a normas que aún no existen.
En la Ley General de Salud se establece que para liberar microorganismos genéticamente modificados al ambiente, la Secretaria de Salud debe expedir una autorización. Por parte de la Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca (Semarnap), no existen regulaciones que normen o controlen la posible afectación de los ecosistemas.
Ventajas y desventajas del maíz transgénico
Ventajas
1.    Aumento de cosecha de maíz que permite combatir el hambre en poblaciones necesitadas
2.    Disminución en el uso de pesticidas químicos, evitando así menor toxicidad de los alimentos
3.    Los alimentos transgénicos que se cosechan ya tienen integrados vitaminas y minerales.
4.    La aplicación de esta tecnología permite prácticas agrícolas sustentables y la producción de materiales con recursos renovables.
5.    Incremento económico en la producción y reducción de pérdidas durante su distribución y venta, debido a que se vuelve más resistente y no se echa a perder.
6.    Permite la aplicación de programas de conservación de suelos.
7.    Mejora la calidad de vida de los productores y la obtención de productos útiles

Desventajas
1.    Al manipular el maíz nativo con genes ajenos estos pueden sufrir una descomposición genética que no permita que se siga produciendo de manera natural, además de perderse la variedad de maíz nativo por la polinización del maíz transgénico.
2.    Las compañías trasnacionales se están apoderando del maíz patrimonio de los mexicanos, patentando los genes introducidos con el propósito de privatizarlo.
3.    Baja de precio del grano si hay una sobreproducción.

Actualmente nos encontramos frente a la posibilidad de la liberación de líneas de maíz transgénico en nuestros campos mexicanos. El interés desarrollado por esta tecnología para nuestro país ha sido guiado por meros propósitos políticos y económicos privados, más que por estudios científicos concluyentes, dejando de lado además las consideraciones sociales y ambientales.
Según José Sarukhán Kermez, titular de la Comisión nacional para el conocimiento y uso de la  biodiversidad (Conabio), la insistencia de las compañías transnacionales de comercializar maíz transgénico en México se debe al interés de recuperar su inversión y de demostrar que en este país, centro de origen del cultivo y principal productor, se puede usar esta tecnología y, consecuentemente, en cualquier otro lugar del mundo, argumentando así que ninguna de las variedades o transgénicos que se han liberado en Estados Unidos produce ni un kilo más que las variedades híbridas que ya se comercializan en el país. 

 



Riesgos de los transgénicos en la salud.


Los hasta ahora identificados son:
http://www.mantra.com.ar/imagenes/ngr/bolitablue.gifNuevas toxinas y alérgenos en los alimentos, lo que llevaría a un potencial riesgo de alergia.
http://www.mantra.com.ar/imagenes/ngr/bolitablue.gifLa diseminación de genes resistentes a los antibióticos que llevaría a una menor eficacia de ciertos medicamentos.
http://www.mantra.com.ar/imagenes/ngr/bolitablue.gifEl aumento del uso de productos químicos sobre las plantas que resulta en el aumento de la contaminación del agua y los alimentos.
http://www.mantra.com.ar/imagenes/ngr/bolitablue.gifLa aparición de hierbas resistentes a los herbicidas, genéticamente modificadas, que podrían invadir los campos sustituyendo a las plantas tradicionales menos "competitivas".
http://www.mantra.com.ar/imagenes/ngr/bolitablue.gifLa diseminación de enfermedades a través de las barreras entre especies.
http://www.mantra.com.ar/imagenes/ngr/bolitablue.gifLa pérdida de la biodiversidad de los cultivos.
http://www.mantra.com.ar/imagenes/ngr/bolitablue.gifLa perturbación del equilibrio ecológico.

Es muy difícil hacer pruebas para evaluar el peligro potencial de los productos alimenticios genéticamente manipulados, por el tiempo y dificultad que implica el rastreo de toxinas que actúan por acumulación en el cuerpo humano. Sin embargo esto no debería impedir que se sometan a los productos a un proceso de control y evaluación. De hecho, el reclamo de todos los grupos comprometidos con el tema es que simplemente se indique en la etiqueta del producto que este es genéticamente manipulado. Sin embargo, esta tarea no es tan fácil corno parece

En los años cuarenta el DDT era usado indiscriminadamente incluso sobre los niños como insecticida, así como en alimentos, sin siquiera sospechar sus propiedades hormono-miméticas y que su acumulación en la cadena alimentaria comprometería la salud de humanos y animales. Y finalmente, el drama de la Talidomida, comercializada como anti-emético para mujeres embarazadas en los años cincuenta y de efectos desastrosos en el desarrollo fetal, ejemplifica el peligro de la insuficiente investigación y comprobación a largo plazo de elementos introducidos artificialmente en la vida humana. Finalmente debemos mencionar la contaminación nuclear, el calentamiento global, y los efectos tóxicos de herbicidas y pesticidas.


Equipo 3  
Carla Gamboa
Lupita Arroyo
Liliana Romero 
Cristina Ibarra
Karina Arreola
Ana Iglesias


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