martes, 26 de noviembre de 2013

MI AMIGO NO DEBE ESTAR EN CAUTIVERIO: ¡SALVEMOS A LOS DELFINES!

Los delfines han evolucionado durante millones de años, adaptándose perfectamente a la vida en el océano. Son inteligentes, sociales, simpáticos y conscientes de sí mismos, mostrando evidencia de un sentido emocional muy desarrollado. Sin embargo, la gente no hace consciencia de que los seres humanos les estamos haciendo un daño y poniéndolos en un gran riesgo. La contaminación ambiental de los océanos, mares y ríos es una preocupación. Pesticidas, metales pesados, plásticos y otros contaminantes industriales y agrícolas que no se desintegran rápidamente en el medio, pueden causar la reducción de poblaciones de delfines, y causar la acumulación de tejido de altos niveles de contaminantes. Lesiones o muertes causadas por las colisiones con embarcaciones, especialmente de sus hélices, también son comunes. Diversos métodos de pesca, sobre todo la pesca de cerco del atún causa la muerte a delfines que queden atrapados en las redes. Pero la cosa no acaba ahí.

¿UNA GRAN EXPERIENCIA?

Es muy bonito ir a la playa, nadar con delfines y ver espectáculos con ellos; a pesar de que el boleto es algo caro, muchas personas pagan por esto, porque como hemos visto en películas y en anuncios, se ve muy interesante practicar alguna de estas actividades, es por eso que cuando las personas visitan las playas, les gusta ir con los delfines, pues aparte algunos de sus amigos les han contado sobre esto y ellos piensan que será una gran experiencia, una diversión sana y familiar. Las personas van y compran el boleto para ver el espectáculo o nadar con delfines. Pero ¿se han puesto a pensar si para los delfines también es una gran experiencia?
Antes de realizar un show, los delfines son puestos en cautiverio y entrenados, el problema es que los encargados de hacerlo, sacrifican el bienestar del delfín. Por ejemplo, si tienen mucha hambre, los entrenadores utilizan ‘’el alimento’’ como condición o premio para que los delfines realicen cierta actividad, y si no la hacen no se les brinda alimento, esto es sin duda una injusticia, ya que a un ser vivo no se le puede privar de alimento. A nadie le gusta quedarse sin comer por largas horas. Estar en cautiverio para un delfín es algo terrible, pues es como poner a una persona encerrada en una habitación con puros espejos, se trastornan por estar solos con su reflejo, sin nada más que ver. Obviamente, esta información no es proporcionada al momento en el que las personas asisten con los delfines, pues si la dieran, estarían perdiendo mucho dinero y también podrían perder hasta el trabajo ya que no tendrían visitantes.

UNA REALIDAD QUE NOS AFECTA A TODOS

Actualmente en las costas de Japón, se realiza una verdadera masacre con estos animales. Cabe destacar que antes de ser presentados como espectáculos, estos mamíferos son seleccionados, los que no poseen las características deseadas para poder ser exhibidos, son brutalmente asesinados y su carne es vendida a las personas como parte de la alimentación. Según investigadores, la carne de delfín contiene altos niveles de mercurio, el cual es dañino para el organismo del ser humano. Esto quiere decir que no solamente ellos están en riesgo, sino también la gente que no tiene idea de esta situación.
El mercurio es el segundo veneno más tóxico en el mundo, sólo superado por el plutonio. Este metal ataca el cerebro y el sistema nervioso, causando un daño terrible a la vista, el oído y habilidades motoras, además interfiere con la memoria y los procesos de pensamiento que conducen a la demencia. Ataca a los fetos en mujeres embarazadas, causando un daño terrible y permanente al cerebro.
En Minamata, Japón, el mercurio venenoso vertido de una fábrica en la bahía de Minamata causó la intoxicación severa de decenas de miles de personas en la década de 1950 y 60 y dio lugar a toda una generación de niños gravemente comprometidos. Científicos japoneses han dicho que los niveles de mercurio en la carne de delfín son más altos que los niveles que han visto en los peces de la bahía de Minamata que provocó la llamada "enfermedad de Minamata". La cual no es realmente una enfermedad sino la intoxicación causada por el exceso de mercurio en el cuerpo humano.

PONGAMOS FIN A ESTO
Más de 250.000 delfines son capturados cada año, por lo regular primero los atrapan con redes o con pinzas que sujetan su cola o su cabeza, muchos de ellos mueren, y otros son lesionados, se dice que menos del 50% llegan vivos a su destino.
Existen muchos programas donde ayudan a los delfines, uno de ellos es el “Dolphin Project”. A través del sitio web dolphinproject.org, se busca concientizar a la gente sobre este problema y realizar campañas en pro de salvar la vida de esta especie. Estas campañas no son simplemente un llamado al gobierno japonés para detener la matanza de delfines, sino que también tiene muchas cosas positivas que ofrecer a los pescadores japoneses y los gobiernos locales, así como al turismo. Que en lugar de presentar espectáculos con delfines en cautiverio, se puedan organizar cruceros de observación de delfines y ballenas desde un barco. ¡Salvemos a estos preciosos animales! Ellos están luchando por su vida y necesitan de nuestra ayuda.


Equipo 1
Karla María De La Rosa Valdez
María Enriqueta González Montemayor
Julio César Hernández Hernández
Kenia Melissa Monsivais Ramírez
Marco Antonio Morales Rivera
Iliana Alejandrina Sánchez Juárez

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