Los delfines han evolucionado durante
millones de años, adaptándose perfectamente a la vida en el océano. Son
inteligentes, sociales, simpáticos y conscientes de sí mismos, mostrando
evidencia de un sentido emocional muy desarrollado. Sin embargo, la gente no
hace consciencia de que los seres humanos les estamos haciendo un daño y poniéndolos
en un gran riesgo. La contaminación ambiental de los océanos, mares y ríos es una
preocupación. Pesticidas, metales pesados, plásticos y otros contaminantes
industriales y agrícolas que no se desintegran rápidamente en el medio, pueden
causar la reducción de poblaciones de delfines, y causar la acumulación de
tejido de altos niveles de contaminantes. Lesiones o muertes causadas por las
colisiones con embarcaciones, especialmente de sus hélices, también son
comunes. Diversos métodos de pesca, sobre todo la pesca de cerco del atún causa
la muerte a delfines que queden atrapados en las redes. Pero la cosa no acaba
ahí.
¿UNA GRAN EXPERIENCIA?
Es muy
bonito ir a la playa, nadar con delfines y ver espectáculos con ellos; a pesar
de que el boleto es algo caro, muchas personas pagan por esto, porque como
hemos visto en películas y en anuncios, se ve muy interesante practicar alguna
de estas actividades, es por eso que cuando las personas visitan las playas,
les gusta ir con los delfines, pues aparte algunos de sus amigos les han
contado sobre esto y ellos piensan que será una gran experiencia, una diversión sana
y familiar. Las personas van y compran el boleto para ver el
espectáculo o nadar con delfines. Pero ¿se han puesto a pensar si para los
delfines también es una gran experiencia?
Antes de realizar un show, los
delfines son puestos en cautiverio y entrenados, el problema es que los
encargados de hacerlo, sacrifican el bienestar del delfín. Por ejemplo, si
tienen mucha hambre, los entrenadores utilizan ‘’el alimento’’ como condición o
premio para que los delfines realicen cierta actividad, y si no la hacen no se
les brinda alimento, esto es sin duda una injusticia, ya que a un ser vivo no
se le puede privar de alimento. A nadie le gusta quedarse sin comer por largas
horas. Estar en cautiverio para un delfín es algo
terrible, pues es como poner a una persona encerrada en una habitación con
puros espejos, se trastornan por estar solos con su reflejo, sin nada más que
ver. Obviamente, esta información no es proporcionada al momento en el que las
personas asisten con los delfines, pues si la dieran, estarían perdiendo mucho
dinero y también podrían perder hasta el trabajo ya que no tendrían visitantes.
UNA
REALIDAD QUE NOS AFECTA A TODOS
Actualmente en las costas de Japón, se
realiza una verdadera masacre con estos animales. Cabe destacar que antes de
ser presentados como espectáculos, estos mamíferos son seleccionados, los que
no poseen las características deseadas para poder ser exhibidos, son
brutalmente asesinados y su carne es vendida a las personas como parte de la alimentación.
Según investigadores, la carne de delfín contiene altos niveles de mercurio, el
cual es dañino para el organismo del ser humano. Esto quiere decir que no
solamente ellos están en riesgo, sino también la gente que no tiene idea de
esta situación.
El mercurio es el segundo veneno más
tóxico en el mundo, sólo superado por el plutonio. Este metal ataca el cerebro
y el sistema nervioso, causando un daño terrible a la vista, el oído y
habilidades motoras, además interfiere con la memoria y los procesos de
pensamiento que conducen a la demencia. Ataca a los fetos en mujeres
embarazadas, causando un daño terrible y permanente al cerebro.
En Minamata, Japón, el mercurio
venenoso vertido de una fábrica en la bahía de Minamata causó la intoxicación
severa de decenas de miles de personas en la década de 1950 y 60 y dio lugar a
toda una generación de niños gravemente comprometidos. Científicos japoneses han
dicho que los niveles de mercurio en la carne de delfín son más altos que los
niveles que han visto en los peces de la bahía de Minamata que provocó la
llamada "enfermedad de Minamata". La cual no es realmente una
enfermedad sino la intoxicación causada por el exceso de mercurio en el cuerpo
humano.
PONGAMOS FIN
A ESTO
Más de 250.000 delfines son capturados
cada año, por lo regular primero los atrapan con redes o con pinzas que sujetan
su cola o su cabeza, muchos de ellos mueren, y otros son lesionados, se dice
que menos del 50% llegan vivos a su destino.
Existen muchos programas donde ayudan a
los delfines, uno de ellos es el “Dolphin Project”. A través del sitio web
dolphinproject.org, se busca concientizar a la gente sobre este problema y
realizar campañas en pro de salvar la vida de esta especie. Estas campañas no
son simplemente un llamado al gobierno japonés para detener la matanza de
delfines, sino que también tiene muchas cosas positivas que ofrecer a los
pescadores japoneses y los gobiernos locales, así como al turismo. Que en lugar
de presentar espectáculos con delfines en cautiverio, se puedan organizar
cruceros de observación de delfines y ballenas desde un barco. ¡Salvemos a estos preciosos animales! Ellos están luchando por su vida y necesitan de nuestra ayuda.
Equipo 1
Karla María De La Rosa Valdez
María Enriqueta González Montemayor
Julio César Hernández Hernández
Kenia Melissa Monsivais Ramírez
Marco Antonio Morales Rivera
Iliana Alejandrina Sánchez Juárez
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